La TED TALK de la Dra. Wendy A. Suzuki que lleva como título: “The brain-changing benefits of exercise”, acaba de cumplir 5 años y está más vigente que nunca.
La Dra. Wendy A. Suzuki es profesora de Neurociencia y Psicología en el Centro de Neurociencia de la Universidad de Nueva York y cuenta con todas las credenciales para hablar acerca de la plasticidad cerebral. Es conocida por su extenso trabajo en áreas del cerebro, clave para mantener nuestra capacidad de formar y retener nuevas memorias a largo plazo. Su trabajo se ha centrado en comprender cómo el ejercicio aeróbico puede ser utilizado para mejorar el aprendizaje, la memoria y las habilidades cognitivas superiores en los seres humanos.
En su presentación, de tan sólo 13 minutos (les invito a verla en YouTube https://youtu.be/BHY0FxzoKZE), la Dra. Suzuki hace referencia a cómo el ejercicio puede transformar nuestros cerebros y nuestras vidas. Casi siempre el enfoque se ha centrado en los beneficios físicos del ejercicio: permite que nos veamos mejor, que nos sintamos mejor y nos ayuda a vivir más tiempo. Pero, ¿qué pasa con el cerebro?
La investigación de Wendy A. Suzuki y de otros científicos está demostrando que el cerebro no es diferente del resto del cuerpo. El ejercicio tiene beneficios inmediatos, duraderos y protectores para el cerebro.
“Cuando haces ejercicio, tu corazón bombea más sangre a tu cerebro”, indica la Dra. Suzuki. “Esto entrega más oxígeno y nutrientes al cerebro, lo que ayuda a que funcione mejor. El ejercicio también estimula la producción de nuevas células cerebrales, conocidas como neurogénesis, en el hipocampo, una zona clave del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria. De hecho, el hipocampo es una de las únicas áreas del cerebro que puede generar nuevas células, y el ejercicio es una de las mejores formas de estimular este crecimiento”.
Pero eso no es todo. La profesora de Neurociencia y Psicología explica que el ejercicio también aumenta los niveles de productos químicos en el cerebro que ayudan a proteger y reparar las células cerebrales. “Por ejemplo, el ejercicio aumenta la producción de factor neurotrófico derivado del cerebro, o BDNF[1], que es como fertilizante para tu cerebro. El BDNF ayuda a que las células cerebrales crezcan, maduren y prosperen. También ayuda a protegerlas del daño y fomenta el crecimiento de nuevas conexiones entre las células cerebrales”.
El ejercicio puede transformar tu cerebro y tu vida. Puede ayudarte a aprender mejor, recordar más y ser más creativo. Puede ayudar a proteger tu cerebro de los efectos del envejecimiento y las enfermedades. E incluso puede ayudar a aliviar los síntomas de depresión y ansiedad.
La Dra. Wendy A. Suzuki aclara que para obtener estos beneficios debes hacer ejercicio de forma regular. Al igual que debes comer saludable todos los días para mantener un cuerpo saludable, debes hacer ejercicio regularmente para mantener un cerebro saludable.
¿Cuánto ejercicio necesitas? La buena noticia es que no necesitas correr maratones o pasar horas en el gimnasio para ver los beneficios, explica Suzuki. Incluso el ejercicio moderado, como una caminata rápida o un paseo en bicicleta, puede tener beneficios significativos para el cerebro. Y los efectos son inmediatos. Sólo 20 minutos de ejercicio pueden tener un impacto positivo en tu estado de ánimo, tu enfoque y tu capacidad de aprender.
“Entonces, hagamos del ejercicio una parte regular de nuestras vidas, no solo para nuestros cuerpos, sino también para nuestros cerebros. Cuidemos nuestros cerebros para que puedan cuidarnos a nosotros”, concluye la Dra. Wendy A. Suzuki.
[1] BDNF del inglés brain-derived neurotrophic factor, es una proteína que actúa como factor de crecimiento de la familia de las neurotrofinas asociadas al factor de crecimiento nervioso. Estas neurotrofinas se encuentran en el cerebro y el tejido periférico.
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