Tres sustancias que desempeñan roles importantes en la regulación del comportamiento, el estado de ánimo y las respuestas al estrés en el cuerpo humano. Sus interacciones son parte de la compleja red bioquímica que subyace a nuestras experiencias emocionales y sociales.
En wOS te invitamos a considerarlas de una manera muy consciente. Veamos rápidamente cada una por separado:
1. Oxitocina:
La oxitocina es una hormona y un neurotransmisor producido en el hipotálamo y liberado por la glándula pituitaria posterior.
Es conocida como la "hormona del amor" o "hormona del abrazo" debido a su papel en las interacciones sociales y emocionales.
La oxitocina se libera en situaciones de afecto, intimidad, como el abrazo, el contacto físico, el parto y la lactancia materna.
Contribuye a la formación de vínculos emocionales y sociales, y puede promover sentimientos de confianza y empatía.
2. Cortisol:
El cortisol es una hormona esteroidea producida por las glándulas suprarrenales.
A menudo se le conoce como la "hormona del estrés" debido a su liberación en situaciones de estrés físico o emocional.
El cortisol desempeña un papel en la respuesta de "lucha o huida", aumentando los niveles de energía y movilizando recursos del cuerpo en momentos de necesidad.
Sin embargo, el estrés crónico y altos niveles de cortisol a largo plazo pueden tener efectos negativos en la salud, como aumento de la presión arterial y supresión del sistema inmunológico.
3. Dopamina:
La dopamina es un neurotransmisor que desempeña un papel crucial en el sistema de recompensa del cerebro.
Está involucrada en la regulación del estado de ánimo, la motivación, la recompensa y el placer.
La dopamina es liberada en respuesta a situaciones gratificantes y puede impulsar la búsqueda de recompensas y la toma de decisiones.
Desequilibrios en los niveles de dopamina se han asociado con trastornos como la depresión, la esquizofrenia y la adicción.
La relación entre estas tres sustancias es compleja y multifacética. Por ejemplo, situaciones de estrés pueden aumentar la liberación de cortisol, lo que puede influir en la liberación de dopamina y oxitocina. Además, la dopamina y la oxitocina pueden interactuar para influir en las respuestas emocionales y sociales.
Tuve la oportunidad de conocer un poco más sobre la oxitocina, el cortisol y la dopamina gracias a dos excelentes libros que por supuesto recomiendo.
El primero es "Cómo hacer que te pasen cosas buenas", escrito por la psiquiatra Marian Rojas-Estapé que se enfoca en el bienestar emocional y ofrece consejos prácticos para mejorar la calidad de vida. Si bien Rojas-Estapé hace referencia en varias oportunidades al cortisol, dedica un episodio entero a "Cómo bajar el cortisol". Éste comienza con el siguiente párrafo: "Una de las formas más efectivas para combatir el stress, la ansiedad, y la depresión es practicar el ejercicio con regularidad. De esta manera fomentas la producción de serotonina y dopamina, hormonas que reducen la ansiedad y ayudan a combatir la depresión".
El segundo libro al que hago referencia es "Dopamine Nation" escrito por la doctora Anna Lembke, psiquiatra y profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford. Lembke deja ver su preocupación por este neurotransmisor. "Los científicos confían en la dopamina como una especie de moneda universal para medir el potencial adictivo de cualquier experiencia. Cuanta más dopamina haya en la vía de recompensa del cerebro, más adictiva será la experiencia".
La doctora de Stanford refiere que, más allá de los ejemplos extremos para huir del dolor, considera que hemos perdido la capacidad de tolerar incluso formas menores de malestar. Buscamos constantemente distraernos del momento presente, de estar entretenidos. Para Lembke, practicar la atención plena (mindfullness) es algo así como observar la Vía Láctea: exige que veamos nuestros pensamientos y emociones como separados de nosotros y, sin embargo, al mismo tiempo, como parte de nosotros.
Ambas doctoras coinciden en la preocupación por el exceso de dopamina que vivimos en la actualidad, donde redes sociales como TikTok consumen nuestra atención de una manera casi adictiva. Citando a Anna Lembke: "el efecto neto es que ahora necesitamos más recompensas para sentir placer y menos lesiones para sentir dolor. Esta recalibración está ocurriendo no sólo a nivel del individuo sino también a nivel de las naciones. Lo que invita a la pregunta: ¿Cómo sobrevivimos y prosperamos en este nuevo ecosistema? ¿Cómo criamos a nuestros hijos?"
Rojas-Estapé por su parte comenta: “Esto está diseñado para ser adictivo. Lo que hoy en día mueve el mundo es la capacidad de retener la atención del usuario la mayor cantidad de tiempo posible delante de una pantalla. Eso es lo que le interesa a las compañías hoy y no la salud mental”.
Esperamos haber despertado tu curiosidad sobre estas tres sustancias que produce nuestro cuerpo. Bien sea leyendo los libros que te recomendamos o acudiendo a otra literatura. Sólo nos queda recordarte que, entre libro y libro, no olvides hacer tus sesiones de activación física con wOS y así llenarte de oxitocinas
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